CONCLUSION
comentario:
Vivimos en un período de transición entre una sociedad industrial y una sociedad de la información. Las escuelas tal como las conocemos están diseñadas para preparar a las personas para vivir en una sociedad industrial. Los sistemas de educación preparan a las personas para ocupar un lugar en la sociedad imitando a las fábricas y oficinas de una sociedad industrial.
Vivimos en un período de transición entre una sociedad industrial y una sociedad de la información. Las escuelas tal como las conocemos están diseñadas para preparar a las personas para vivir en una sociedad industrial. Los sistemas de educación preparan a las personas para ocupar un lugar en la sociedad imitando a las fábricas y oficinas de una sociedad industrial.
Diariamente, en todo el mundo, los jóvenes utilizan bicicletas, colectivos,
automóviles o trenes para ir a la escuela, exactamente lo mismo que harán más adelante para ir a
trabajar. Se supone que tendrán que fichar a una hora concreta y aprenden a
trabajar en los pupitres de las aulas que son exactamente iguales a las oficinas
de la industria y el comercio. El modo en que se administra el tiempo, en que se dividen las asignaturas para su estudio y en
que se organizan las escuelas como burocracias son anticipaciones de la vida
después de la escuela. Cuando suena el timbre al finalizar el día escolar, los
alumnos salen corriendo para trasladarse a casa, exactamente igual a lo que
hacen los trabajadores de las fábricas y oficinas aproximadamente una hora más
tarde.
Una sociedad industrial depende del movimiento físico de las personas y los bienes, de manera que la infraestructura tecnológica
fundamental es el ferrocarril, las rutas, el mar y el transporte aéreo. La infraestructura tecnológica
fundamental de una sociedad de la información es sin embargo, la red de
telecomunicaciones. Para preparar a las personas para vivir en una sociedad de
la información, se necesita un sistema educativo que se base en las
telecomunicaciones y no en el transporte.
Hoy en día, si se quiere hablar con alguien que no se encuentra presente,
tenemos dos elecciones que representan las diferentes formas de hacer las cosas
en una sociedad industrial y en una sociedad de la información: ir a verlo o
llamarlo por teléfono. Utilizar una red de transporte o una red telefónica.
Es raro tener una elección similar en educación. Si se tiene que asistir a
una clase hay que viajar hasta el aula. La educación precisa una alternativa.
Alumnos y maestros deberían poder tener la opción de reunirse para la
instrucción por medio de las telecomunicaciones o del transporte".
Esta es precisamente la lógica subyacente al desarrollo de propuestas educativas
en Internet: las nuevas tecnologías presentan a priori una posibilidad de
elección entre la educación presencial y la educación virtual.